Ubicada entre el monte Guerizín (izquierda) y el monte Ebal (derecha), Siquem es preeminente en el registro bíblico, comenzando con la promesa de la tierra que Dios le hace a Abraham.
Más tarde Jacob regresaría a este lugar con su familia y se establecería en poco tiempo. Durante la Conquista, las doce tribus se reunieron en estás colinas a recitar la Ley de Dios y las bendiciones y maldiciones que van con la obediencia y la desobediencia.