Hierápolis, la “Ciudad Sagrada,” está ubicada en lo que hoy es Pamukkale en el sur centro de Turquía. En el siglo I formó parte de un área compuesta de tres ciudades, Laodicea, Colosas y Hierápolis. Esta conexión entre las ciudades se puede ver en la referencia que hace Pablo en su epístola a los Colosenses (Col 4:13). Antes del año 70 d.C. Felipe (el apóstol o el evangelista) se trasladó a Hierápolis, en donde se cree que fue martirizado.
Hierápolis
Calle y Puerta Bizantina
El Templo de Apolo
En el primer plano de esta imagen se encuentran los restos del Templo de Apolo. Sus cimientos datan del periodo Helénico, pero la estructura fue construida en el siglo III d.C. Se creía que Apolo era el fundador divino de la ciudad. El templo se edificó junto al plutonium, una caverna bajo tierra de la cual salían gases venenosos. El teatro de la ciudad ocupa un lugar en el fondo.
El Teatro
Después de un terremoto en el año 60 d.C., un teatro se construyó en la ladera de la colina. Este teatro contiene uno de los mejores ejemplos de la decoración de teatros romanos. El escenario estaba decorado con varios relieves. En el centro de las gradas (cávea) se encontraba un lugar especial para invitados distinguidos. Hoy en día se conservan 30 filas aproximadamente.
La Necrópolis
Otro destacado aspecto arqueológico de Hierápolis es la Necrópolis. Está localizada en el margen exterior de la pared norte de la ciudad. Aquí se encuentra uno de los cementerios mas grandes y mejor conservados de Turquía. Contiene sarcófagos, diferentes tipos de tumbas, y monumentos funerarios que datan del periodo Helénico hasta el principio de la era cristiana. También hay varias inscripciones en el lugar, más de 300 de estas han sido traducidas y publicadas.